Imágenes de una ciudad llena de vida
Desde el balcón de vuestro hotel podréis ver el mar y la ciudad. Edificios neoclásicos alternando con modernos. Las plazas. Gente paseando por las calles peatonales, o sentada en los cafés. El tranvía. Las calles con tiendas de marca...
Un desayuno suculento, puestos al día por Internet sobre las próximas atracciones que os esperan hoy a los dos.
Un beso, una sonrisa y ¡en marcha!
De compras por las calles del centro. Por supuesto. Y otro paseo cultural. ¿Qué hay en la agenda? Galería de Arte y Museo Arqueológico.
Intercambiaréis impresiones en el café que elijáis en Passalimani. Y un postre tradicional -una "lengua de suegra", un ruibarbo, una tarta de nueces- no puede hacer daño, ya habéis quemado muchas velas...
El Pireo costero con los muelles y los barcos anclados se despliega ante vuestros ojos.
Y el mar a vuestros pies.
¿Y después? ¡Zambullirse en el mar! Claro. Playa Votsalakia, sombrilla-paraguas y relax.
Al atardecer, el paseo más bonito: En el Pireo, a lo largo de las rocas, hasta la ensenada de Afrodita con la capilla de Agios Nikolaos, y el pequeño y hermoso puerto con la Asociación de Pescadores Aficionados.
El final del día se escribe con colores anaranjados que llenan el horizonte de matices difíciles de describir.
El ser romántico vuestro se despierta.
Un taxi y una visita al famoso Mikrolimano. El día termina con una excelente cena. Pescado fresco, marisco, buen vino. Y la bahía histórica más bella de la ciudad, que ha lucido sus mejores galas gracias a su reciente renovación, promete mucho.
Después de todo, la noche acaba de empezar.
Copas y cócteles al sonido de la música a sólo unos metros.
El Museo Marítimo, Zea, El Pireo, Castella, Mikrolimano y la colina del Profeta Elías están en vuestros posts de Instagram. Y vuestros amigos en casa estarán celosos.